El pasado sábado 4 de mayo en la catedral nuestra señora del Rosario del palmar de la ciudad de Palmira, celebramos con gran alegría la ordenación de un nuevo diácono para nuestra Diócesis de Palmira. Se trata de Juan Andrés Barrera Irurita, oriundo del municipio de Ginebra.
La celebración que fue presidida por nuestro obispo, contó con la participación de un nutrido número de sacerdotes y diáconos locales y de las diócesis vecinas de Buga y Cali.
En la homilía pronunciada por el obispo destacó el valor del ministerio sacerdotal en la Iglesia y cómo el diaconado tiene una prolongación en el ministerio sacerdotal, ya que siempre estará al servicio de la Palabra y en favor de los pobres.
En síntesis el obispo remarcó que en el ministerio sacerdotal como -discípulos de Cristo- y especialmente en el diaconado, tiene tres características para la vivencia de esta misión en la que se debe entender que Jesús es quien llama, capacita y envía. (Jn 13, 4-17)
Las características tienen su cimiento en la última cena del Señor donde primero; “Jesús les lava los pies” para que los apóstoles entiendan que deben servir a los hermanos en la humildad con la que el maestro les ha dado ejemplo. Segundo, instituyó la Eucaristía para enseñarles que Él estará siempre presente en medio de ellos en las especies de pan y vino que luego se convierten en su cuerpo y su sangre. Y tercero les dio el mandamiento del amor, en el cual el Señor es el primero que ha tomado la iniciativa y con lo cual si cumplen con ese mandato serán llamados amigos y no siervos, ya que el siervo no sabe lo que hace su Señor. Con estas orientaciones el señor obispo instruyó al pueblo santo de Dios.
La celebración que inició a las 10:00 de la mañana culminó hacia el mediodía. En la comunidad de percibió un gran entusiasmo por el nuevo ministro ordenado para el servicio de la Iglesia y del mundo entero. Al finalizar dicha celebración, el diacono Juan Andrés fue recibido en su tierra natal Ginebra donde compartió con su familia y miembros de la comunidad parroquial.
